JUAN SALINAS Creer en los sonidos

Siendo el hijo de Luis Salinas, Juan se crió en un ambiente donde el arte era algo cotidiano. Yendo de la percusión a la guitarra y también al bajo, confiesa en esta entrevista que su destino fue siempre estar dentro de la música. En la actualidad se encuentra presentando sus temas, haciendo shows como solista y también dentro de la agrupación de su padre.

Si bien yo arranqué con la eléctrica, mi viejo era el que me decía que también tenía que tocar la guitarra española. Cuando me veía tocarla, le gustaba mi sonido, y no por nada, aquella primera grabación en “Paco” fue con la española. Para mí, es como creer en los distintos sonidos que tiene cada guitarra. La eléctrica no es lo mismo que la Godin, la Godin no es lo mismo que la española, una guitarra jazzera no es lo mismo que una más rockera... Me gusta esa versatilidad, porque cada guitarra te lleva a un lugar distinto.
Actualmente, como que estoy más con lo eléctrico, más funk o soul o blues. Entonces, capaz que me quedo con una sola guitarra durante todo un show. También, porque a veces es difícil encontrar un lugar en donde la española suene bien. En cambio con mi viejo, puedo tocar la eléctrica, la española o incluso el bajo. Yo, con tal de estar dentro de la música y disfrutar de eso, me prendo en el instrumento que sea.

Desde un comienzo empecé a tocar con dedos, sin púa. Para mí fue como natural, al verlo a mi viejo tocar la guitarra de ese modo, con esa técnica. De entrada empecé con el pulgar, y después con el tiempo fue que le fui agregando toda la mano. Es más ¡no sé tocar con púa! Me dan una púa y toco todo para abajo (risas). A veces, con cosas más funkeras, es que junto el pulgar y el índice, y toco como si tuviese una púa. Pero en general uso todos los dedos. Me gusta la sensación de sentir la pulsación del instrumentos en los dedos. Por eso me cuesta con la púa, porque siento que no estoy en contacto con las cuerdas. No es tan directo como con los dedos.

El año pasado empecé a sacar singles. Primero fueron “Si te fuiste así” y “Mejor me quedo”, y ahora saqué “Manipular”. En realidad es como si fuera un EP, pero lo voy sacando de a un tema, más que nada por cómo la gente viene escuchando música. Por eso prefiero sacar un tema, ver de hacerle un video, después sacar otro, y así...
En el estudio de LIto Vitale grabé cuatro temas. Ya saqué tres, y el próximo es “Si podré volar”. Ahora estoy grabando tres más en otro estudio, siempre en la onda funk/soul. Cuando uno graba, se pone en un plan más minimalista, como diciendo: éste es el tema. De ahí, en vivo es cuando el tema crece. En la grabación te ocupás del audio, de meter más guitarras...Igual, para mí, el desafía más grande es lo de cantar. Cómo metés la voz, que se entienda la letra, cómo te expresás, los fraseos, la afinación, todo eso. La guitarra como que ya fluye. Podés tocar mejor o peor, pero al menos no tenés que calentar tanto los dedos, cómo sí me pasa con la garganta. Me gusta darle a cada tema la atención que merece.

Lo primero que me dijo mi viejo cuando empecé a tocar fueron tres cosas: 1) sentí tus notas, 2) escuchá a tus compañeros, 3) disfrutá, que no tenés nada que demostrar. Todo eso es como la base, porque cuando falta algo de esas tres cosas, se siente, se escucha.
Después, podría agregar lo de tocar la música, tocar el tema. Es importante tocar lo que te pide la música que estás haciendo. Y la técnica y el estudio es para poder hacer eso de forma relajada. No es para andar demostrando que tenés la técnica.

Marcelo Roascio

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