WORKSHOPS DOBLE A


Siempre apostando a más, los workshops gratuitos de Doble A Pedalboards continúan creciendo, tanto en su logística y en su producción, como en la asistencia de público. En esta oportunidad, repasamos lo sucedido en los eventos protagonizados por Chowy Fernández y por Ale Kurz.

...A PURO ROCK Y METAL!!

Siempre apostando a más, los workshops gratuitos de Doble A Pedalboards continúan creciendo, tanto en su logística y en su producción, como en la asistencia de público. En esta oportunidad, repasamos lo sucedido en los eventos protagonizados por Chowy Fernández y por Ale Kurz.

Como es costumbre, los workshops de Doble A Pedalboards incluyen la actuación de alguno de los ensambles de alumnos de la Escuela Municipal de Música de San Martín. En el worskhop de Chowy Fernánez, los encargados de abrir fueron los chicos de Ácido Crítico, con un repertorio de temas de rock nacional, mientras que en el de Ale Kurz, las bandas fueron Artificial y luego Divergente.
Una de las tantas novedades y sopresas que propuso Doble A para este 2024, es la transmisión en vivo a tres cámaras de todos sus workshops por su canal de YouTube y también por Instagram. Asímismo, los workshops incluyen desde este año, una entrevista en vivo con los protagonistas de cada evento.
Además de las pizzas free a cargo de Pranne Hornos, los eventos contaron también con la participación de stands a cargo de Papúa Rocks, de los violines Strikell, de cables Western, de pedales de efecto ofrecidos por Wallas Out, de la expo de guitarras y amplis de Custom Gear Instrumentos, de los mics Michel’s Pickups, de cables KWC, y del stand de Mundo Caoba, donde el público pudo probar los distintos Cigar Box Guitars contruidos por el luthier Tony Lynola.

El workshop de Chowy Fernández comenzó con una entrevista realizada por el CEO de Doble A Pedalboards, Ariel Albarenque.
Chowy contó que nació en Azul (Prov. Buenos Aires), y que de muy chico se mudó con su familia a Puerto Esperanza, en la provincia de Misiones. Sus padres tenían una banda, un programa de radio, y un gusto musical que navegaba entre lo progresivo y el heavy metal. Contó que los 10 años empezó primero con el bajo y luego con la guitarra, y que en el 2000, con 20 años, llega a Buenos Aires para estudiar, para perfeccionarse, y para ser un mejor músico.
“La música es un lenguaje, un idioma, y hay que aprenderlo para poder hablarlo. No se trata de tocar un tema de Metallica o de Polyphia y no saber de qué se trata. Tenés que entender lo que tocás. Hace muchos años que doy clases, y cuando vas a un profesor no podés poner excusas. Que el trabajo, que esto o aquello. No se trata de saber un truquito, se trata de aprender un lenguaje. Enseño las cosas que me hubiera gustado que me enseñasen a mí en su momento. Yo toqué diez años sin saber nada, no había YouTube. Lo que yo digo es que aprovechen las redes, aprovechen la data, pero vayan a un profe que les enseñe. Si sólo usás Internet, vas a pasar de una data re-avanzada a una que no sabe nada. Por eso es necesario tener a alguien que te guíe”.

En lo que se refiere a equipamiento, dijo que toda su carrera la hizo con el Marshall JCM900. “Me gusta que haya presión sonora detrás mío. No me gustan los in-ears, no me funcionan. Por eso uso una pedalboard con algunos pedales: un Whammy, un wah wah, un booster para subir en los solos, un delay y ya. De ahí al ampli. No tengo canal clean. Para limpiar, lo que hago es bajarle el volumen a la guitarra. Soy bastante análogo en eso. También está el problema que hoy en día, los sonidistas no tienen muchas ganas de trabajar con el músico, de posicionar un micrófono en el ampli. En una situación de vivo, les es mucho más fácil la línea”.
Con respecto a lo que es la composición, aconsejó Chowy: “...para no repetirse, es importante salir de tu zona de confort. Incursionar en otros estilos, sumar conocimiento, pero siempre llevarlo a lo tuyo, que en mi caso es el metal. En el caso de mi banda Barro, nos sentamos con Catriel en la compu y le damos un poco cada uno. Así es como salen los temas”.
A la hora de tener una rutina de práctica, el guitarrista recomendó: “...sacá temas de las bandas que te gustan, emocionate, y rescatá ideas nuevas. Pero es importante darse cuenta de que en algún momento vas a tener que ser vos mismo. Tratar de buscar tu propia voz. Si copiás mucho a un artista, vas a sonar a ese artista. Charly (García) dijo que el que roba a uno solo es un ladrón, pero el que roba a muchos es un genio”.
Después de la entrevista, el guitarrista dio comienzo a su show, en el cual interpretó varios temas de su banda Barro, junto con alguna que otra improvisación. Luego de la actuación de Chowy Fernández, el cierre de este workshop estuvo a cargo de Medio Loco, quienes hicieron un set acústico.

Quien protagonizó el siguiente workshop fue Ale Kurz, cantante, guitarrista y compositor de la banda El Bordo. La charla con el CEO de Doble A Pedalboards comenzó recordando su primer contacto con la firma, hace ya unos diez años. También destacó el compomiso de la marca para con los músicos, tratando siempre de presentar soluciones para su mejor desempeño en vivo. “Todo se trata de experiencia. Una situación muy común para los que tocamos en vivo, es que lo que en la prueba de sonido suena perfecto, al momento del show deja de sonar. Entonces, las Doble A tienen un sistema muy práctico y simple de ins & outs y de entrada de corriente para que este tipo de situaciones no suceda”.
Ale Kurz recordó a pedido de Albarenque, cómo fue su primer acercamiento a la guitarra. “En realidad, yo quería ser baterista. Cuando era chico, lo que más me seducía era la batería. Mi hermano Diego, que es más grande que yo, tocaba la guitarra española. En un momento, con lo que gané haciendo una publicidad en la tele en la época de colegio, me compré un bajo. Era un Fender Squier divino. Así que con ese bajo lo acompañaba a mi hermano. Igualmente, yo ya sabía rasguear un poco, así que en los fogones del colegio me defendía con la guitarra. Soy guitarrista un poco por decantación. Primero me gustaba cantar, después tocar la batería, luego vino el bajo, y por último la guitarra”.

“Más que un guitarrista, me considero un compositor, un comunicador. Creo en el equilibrio entre tener la técnica suficiente como para poder expresar lo que tenés adentro, y después tocarlo ¿no? Muchas veces uno imagina algo, y después trata de llevarlo a la práctica pero no te sale. A mí me gustan los músicos que te transmiten. Me emociona más Kurt Cobain que Steve Vai, por ejemplo”.
“Sí, hay que tocar a tempo y cantar afinado. Yo no uso Auto-Tune. Estudio canto desde que arranqué y sigo estudiando porque trato de mejorar. No me apoyo en cosas para mejorar mis problemas. Una vez cuando grabamos con el productor Ale Vázquez, yo grabo, y después cuando escuché lo que hice, lo noto algo desafinado. Entonce, él me dijo: “yo ahí lo que escucho, es a un ser humano tocando. Amigate con tus errores, porque tus errores sos vos”. Entonces creo que tiene que haber un balance. Rescato lo humano por sobre la perfección, y más en el género que estoy, que es el rock”. Luego de las preguntas del público, Ale Kurz interpretó algunos temas de El Bordo, con una guitarra de doce cuerdas.

Siempre apostando a más, los workshops gratuitos de Doble A Pedalboards prometen para este 2024, continuar con la presentación de artistas de primer nivel, quienes como viene sucediendo, comparten sus experiencias con el público que asiste masivamente a estos eventos.

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