NEPAL

RAZA DE METAL

Hace ya 30 años, esta banda grababa su primer álbum “Raza de traidores”. A más de dos décadas de su separación, Nepal vuelve a reunirse para festejar aquel lanzamiento. En la entrevista, el bajista Beto Vázquez y el guitarrista Javier Bagalá nos hablan sobre el desarrollo de la carrera del que fuera uno de los grupos más destacados del metal nacional.

BETO VÁZQUEZ Con respecto a la grabación de “Raza de traidores”, lo que yo recuerdo es que vino Tato (Devetak), que era nuestro manager, y nos dijo que íbamos a grabar un disco. Habíamos esperado muchos años. Eligió el estudio para ir, y lo que yo recuerdo, es que estábamos bien ensayados, así que hicimos prácticamente todo en toma directa. Yo me acuerdo que fui con el bajo y un cable. No fui ni con equipo. Fue todo grabado en cincuenta y seis horas. Y fue realmente una experiencia escucharlo después en un CD, que fue uno de los primeros independientes en salir en la Argentina. ¡Una cosa increíble! Fuimos, tocamos y grabamos. Salió así, de corazón. El disco está grabado de corazón. Por eso, si después escuchás el segundo o el tercer disco, uno fue progresando en su instrumento, agiornando y demás. Pero la grabación en sí, contamos un, dos, tres y nos encontramos en el final. No tiene tantos retoques; así fue como vino.

DEVORANDO AL TIEMPO
JAVIER BAGALÁ Beto empezó con Nepal en el ‘84, y en el ’85 u ’86 empezamos a movernos. Vinieron los diferentes cambios de integrantes, hasta que más o menos el ’91, cuando empezamos a tener una formación fija. En el ‘93 entramos a grabar “Raza de traidores”. No teníamos mucha noción de entrar a un estudio medianamente grande o un estudio mediano. Lo único que habíamos hecho eran demos. Lo disfrutamos porque fue la novedad. Teinta años después, si le vas a empezar a buscar detalles, hubiera estado mejor. Estar mejor capacitados, mejor equipados...

BETO VÁZQUEZ En cuanto a los temas, algunos venían de la primera época, de muchos años atrás. Después, cada uno lo fue agiornando a su instrumento o a su estilo. Había temas como “Te destruiré” por ejemplo, uno de los clásicos que la gente siempre espera. Hubo muchos de la vieja escuela y después, a medida que íbamos componiendo lo nuevo, se iba agiornando para lo que iba a ser el primer material. Igual, siempre tuvimos la particularidad, o lo que me parece un mérito de la banda, que nunca un disco copió al otro. Cada disco tiene su impronta, cada disco tiene una personalidad. Cada uno es un mundo diferente, y cada uno tiene su propia identidad sobre lo que queríamos decir musicalmente en ese momento. Y las letras, siempre con un corte contestatario o de toma de conciencia.

JAVIER BAGALÁ Por otro lado, en el tema musical, la música siempre la hicimos Beto y yo. La letra siempre corrió por cuenta de Larry (Zavala).

TREINTA AÑOS DESPUÉS
JAVIER BAGALÁ ¿Cómo fue la vuelta después de tantos años? Me acuerdo que estábamos en pandemia, y había empezado con los streaming. Justo era mi cumpleaños y recibí un mensaje de Beto. Nos pasamos el teléfono y hablamos diez minutos, los que fueron suficientes para resolver lo que nos había distanciado de pendejos. Nos juntamos, le comenté a Larry, y armamos un grupo de WhatsApp. Charlamos, comimos, escuchamos música... Después nos volvimos a encontrar.

BETO VÁZQUEZ Éramos otro nivel de personas. Crecimos musicalmente por separado, y también la parte humana. Lo copado de la reunión de Nepal, o de este concierto que vamos a hacer, es que por ejemplo yo tengo que ensayar el sábado con Nepal, y aunque cada uno de nosotros tiene su proyecto, dejamos eso de lado y nos dedicamos a ensayar para la fecha. Y la verdad que viene el sábado y lo disfruto. ¡Esa es la diferencia! Cuando fue el primer ensayo, nos dimos cuenta de que la magia no se había perdido. Ese fue el detonante. Y justo coincide con los 30 años del disco “Raza de traidores”.
Con respecto al baterista y por razones obvias, todo el mundo sabe que Darío Galván falleció hace un par de años. Ni siquiera, cuando empezamos a intentar hablar de armar el proyecto Nepal, habíamos contemplado el tema del baterista, porque no habíamos llegado a la parte de hacer un concierto. Propusimos a Marcelo Ponce, que fue el último que tocó la batería en Nepal. Javier se encargó de hablar con él, pero no enganchó para ser de la partida, porque estaba en otra historia. Entonces Larry propuso a Adrián (Espósito). Hicimos una reunión los cuatro. y me di cuenta que era un tipo muy copado. Después lo ví tocando con Paul Gilbert, con Dave Ellefson, con Billy Sheehan, y me demostró que estaba a la altura. En el primer ensayo ya sonaba a banda, y nos dimos cuenta de que no había que buscar más. Adrián Espósito era el elegido, y es él quien lleva las baquetas en la banda.

JAVIER BAGALÁ Yo lo que espero, lo que estoy imaginando para el show del 30 de spetiembre, es un teatro lindo, con una puesta en escena, con pantallas de video, con las luces led...

BETO VÁZQUEZ El show del 30 de septiembre en El Teatro de Flores va a ser una comunión entre la gente y la banda. No tengo ninguna duda de eso. A muchos les vamos a sacar treinta años de encima, y sabemos que muchos padres van a ir con sus hijos a disfrutarlo. Para mí va a ser eso, un feedback entre la banda y el público. La gente nos dice que nos está esperando, y cómo tachan los días hasta el 30 de septiembre. Le vamos a dar lo mejor de nosotros cuatro arriba del escenario. Lo que queremos es disfrutar ese show, que la gente se vaya contenta, después veremos lo que pasa. Yo lo único que quiero, es que se vayan como cuando compraron la entrada, que decían... “gracias por volver”.

Miguel Sigales
Fotos de archivo: Javier Bagalá

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