Lovorne
No detiene su motor…

La banda de Luciano Napolitano acaba de editar “Lovornetorium”, su nuevo trabajo discográfico. En la entrevista, el guitarrista nos habla acerca de la creación y grabación de este disco, y de lo que significa ser el hijo de Pappo.

Grabamos “Lovornetorium” acá en mi casa. Empezamos a grabar un demo con Alejandro Ruso en El Abasto, luego con Martín Damico con un micrófono, y terminamos en casa. Empezamos grabando demos con Beto Ceriotti (ex Almafuerte) y Juan Espósito (N. de R: legendario baterista fallecido recientemente). Organizativamente era una época complicada. Logramos grabar un demos de cinco canciones, y después Juan decidió grabar acá. A mí me gustaba más El Abasto, pero decidimos grabar acá. Seguramente que en El Abasto, que es un estudio con magia e historia, hubiese salido genial, nosotros somos puro instinto.
Andrés, el técnico de Lovorne, era el que tenía el criterio, pero todos sugeríamos. Usamos una consola de cuatro cuatro canales, que Sebastián Atucha la modificó a 16 canales, y también para que sirviese para grabarnos con mi computadora. Mi sugerencia fue usar tal equipo o guitarras. Usé un equipo chiquitito Marshall y un JCM 900 que usaba mi viejo en Aeroblues, con un bafle Rivera 4x12 que usaba en Riff. Metimos varios micrófonos de ambiente; uno acá donde estamos, otro más allá, y otro en la reja del equipo. Grabamos todos juntos, pero la guitarra la volvimos a grabar después. Hoy en día, podés tener un estudio de grabación en tu casa. Imaginate, ésta es mi habitación. La ropa está tirada por ahí, tengo un ropero acá a la vuelta, duermo acá, no tengo LCD, chimenea, tengo equipos... A veces hay que sacrificar el living, habitación, cocina. Hace 20 años era igual a hoy. Si viene un amigo no le digo vení a ver la TV, le digo vení, agarrá una guitarra y tocamos.

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